No hay mejor manera que bautizar un blogg con algo sencillo, pero complicado
para algunos, y me estoy refiriendo a las micro-historias.
¿Has escuchado
que es una micro-historia?
La
primera vez que yo leí sobre una micro-historia fue a través de la plataforma
naranja (si, wattpad, esa misma) donde incluso participé en varios concursos...
no soy la mejor escritora, pero al menos me motive a participar ¿no? Y estoy
segura que tú también has querido participar o ya lo has hecho.
En
ese segundo caso, ¡muy bien! No sé lo que has escrito, pero si lo has hecho con
corazón y esfuerzo, estoy segura de que es lo mejor del mundo.
Bueno, y en el
caso de que vengas por interés propio, bienvenido seas.
Ya sin nada
más de presentación, mejor comenzamos con la explicación.
La
primera vez que busqué ¿Qué son micro-historias? Encontré poca
información e incluso quedé con algo de duda. Por lo que tengo entendido, las
micro-historias son relatos que no pasan de las 150 o 200 palabras, lo que
significa que la historia no es profunda y es rápida de leer, perfecta para
matar unos segundos si el tiempo no está a tu favor. Y bueno, por cuestiones de
lógica, la historia no es tan desarrollada, aunque si mantiene las tres
características típicas de una historia.
Inicio.
Nudo.
Desenlace.
Para
los que nunca han escrito una micro-historia dirán que es algo sencillo, pero
para lo que hemos intentado, ya sabemos que hasta las canas blancas nos sale. ¡Imagínate!
Meter muchas cosas importantes en tan solo 200 palabras (o 150 como piden
algunos concursos de wattpad), que no es soplar y hacer una botella, es saber
que poner, que no poner, y tener que eliminar información importante por el
simple hecho de que ya te has pasado de la cantidad de palabras. Es frustrante,
para los que pierden la paciencia tan rápido como yo, y de seguro que una vez
te han dado ganas de patalear como un niño o llorar como uno dentro de tu
habitación.
Te
comprendo, tranquilo o tranquila, que estoy en un 98% segura que la mayoría
hemos pasado por ese estado de estrés.
¿Pero
sabes cuál es el mejor remedio?
Los
borradores sin permisos.
Que
seguramente no entiendes porque es algo que yo inventé, pero mira acá que te
explico:
Para
las micro-historias, naturalmente uso un borrador sin permiso con un límite de
300 palabras (en el caso de 200 como limitante, y 200 en el caso de 150 como
limitante). Luego de ahí, dejo relajar mi mente por dos días y al volver estoy
más segura de que voy a eliminar y que voy a dejar, e incluso, si debo cambiar
algo lo hago... claro que esta técnica me funciona (de vez en cuando y de
cuando en vez), aunque no estoy segura de sí les funciona a ustedes, pero
"quien no lo intenta, solo está destinado al fracaso".
Y
bueno, sin más nada que decir, me retiro con esto dejado para ustedes... puede
que en un futuro haga algo mejor ¿quién sabe? Ni yo misma lo sé.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario